martes, 29 de junio de 2021

 

El castor en el Valle del Ebro

Una pieza clave de los sotos ribereños

- Presentación

- Un inciso antes de seguir

- Los rastros del castor

    - Presas

    - Madrigueras

    - Alimentación

         . Árboles

         . Otras plantas

   - Sendas

    - Marcaje del territorio

    - Huellas

    - Excrementos

- Rastreando al castor

- El castor en Zaragoza capital



Nadie esperábamos una sorpresa como la que nos encontramos en 2003 los socios de SECEM al abrir el correo electrónico y encontrarnos con una nota en la que se nos informaba de la presencia del castor en el Ebro, producto de una suelta ilegal de 18 ejemplares traídos de Alemania, aunque más sorpresa resultó la información que le acompañaba: el castor es una especie autóctona.


Distribución, conocida, a octubre 2023, los datos corresponden a las aportaciones de unas 50 personas, más datos propios.



Su llegada fue muy polémica ya que las administraciones regionales implicadas decidieron su erradicación, se le trampeo durante los primeros años con una fuerte oposición de los grupos conservacionistas.

Una vez se le dejó en paz ha ocurrido lo esperable en una especie que vuelve a su biotopo y este se encuentra en buen estado y sin predadores: ha ocupado una parte importante de la cuenca del Ebro en pocos años. No hay datos oficiales de su distribución pero por la informaciones publicadas por distintos aficionados en distintos medios, citas que me han enviado y por mi propio trabajo esta es la distribución de la que dispongo. 

Al final del año 2021 lo fotografiaron en el Duero en Soria capital, pocos meses después en Fermoselle (Zamora) y el Tormes (Salamanca) y en el Tajo en Guadalajara y en 2023 en el Guadalquivir, en Jaén, quien sea, sigue soltando castores.

Sin duda su distribución en la cuenca del Ebro es mayor. 

La presencia actual del castor en el valle del Ebro es consecuencia de una suelta ilegal de 18 ejemplares llevada a cabo en marzo de 2003. Los ejemplares procedían de granjas de cría en cautividad de Baviera, Alemania. Su presencia fue confirmada en Milagro y Alfaro (La Rioja) por Ceña et al. (2004) en un estudio sobre visón europeo.

Hay constancia de que el castor estuvo presente en la península Ibérica desde hace al menos 1,4 millones de años (Cuenca & Morcillo 2016). Existen citas a lo largo de la península en tiempos históricos, desde la época romana hasta principios de la Edad Moderna (aprox. 1583). Las últimas citas pertenecen al naturalista suizo Konrad von Gesner (Borja Heredia, comunicación personal). En el XVI congreso de la SECEM, diciembre 2023,  ha quedado claro que todas las citas después de la época romana no son ciertas, por lo que hace 2.000 años que no estaba entre nosotros.

Un inciso antes de seguir                                                                              

No es necesario perder mucho tiempo en dejar clara la importancia de este animal en nuestros ríos: su impacto es enorme y no solo en lo que respecta a la vegetación. Es un auténtico ingeniero del ecosistema. Respecto a las dudas que plantea el daño que hace en el arbolado de los bosques de ribera, éstas tienen una sencilla respuesta: castores y bosques de ribera llevan cientos de miles de años (como poco) coevolucionando, exactamente igual que lobos y corzos o linces y conejos, así que ¿Qué es lo que hace el castor?... lo que tiene que hacer y sin duda el bosque de ribera necesita, para estar sano, al castor, tanto como este al bosque ribera. Nuestros sotos no han sido naturales hasta la llegada del castor, él los está renaturalizando, aunque el resultado no nos parezca estéticamente bonito.

Los rastros del castor                                                                                     

Presas                                                                                                               

Los ríos mediterráneos tienen una dinámica muy diferente a los de la Europa continental, con épocas de fuerte estiaje seguidas de grandes avenidas, lo que supone un impedimento para la especie a la hora de construir presas. Tampoco construye cabañas. Llegó a construir alguna presa en el río Alhama tras varios meses de sequía y en algún pequeño río alavés. En Zaragoza las ha construido en algunos sobraderos (canales que drenan aguas sobrantes de riego) y en el río Huerva, en ellos puede construirlas sin problemas. Esta particularidad de los ríos mediterráneos lleva al castor a adoptar costumbres algo diferentes, como son la de excavar sus madrigueras en taludes y utilizar los grandes acúmulos de troncos y ramas arrastrados por las avenidas. Pero la entrada de la madriguera que ocupa es siempre subacuática.


Presa en Álava (Jabi Esco)

Río Ega (Jabi Esco)

Presa en el río Alhama (J. Favo, D. Landivar)

Daniel  Del Molino

Marta Galarreta

         Presa en el sobradero del embalse de la Loteta en Boquiñeni


Madrigueras                                                                                                     

En el entorno de Zaragoza he podido localizar varias madrigueras, cosa que no es fácil, en unos casos las que se encuentran por encima del nivel del agua con el estiaje, en otros por ver en esperas al amanecer meterse en ellas. 

Buscan taludes o terraplenes de tierra para excavar el agujero de entre 1,50-2 metros de profundo, siempre al amparo de la vegetación. Abren en la parte superior un respiradero que no es fácil de localizar porque suele estar entre vegetación espesa o lo cubre con ramas, en este último caso llama la atención ese acúmulo de ramas donde no deberían estar.


En el Gállego en Zaragoza le gustan estos lugares, en este cañaveral en concreto hay una guarida. Abajo uno de los respiraderos
Castor terminando su jornada







A esta madriguera se le hundió el techo (foto superior)
Respiradero oculto con cañas y tamarices

A menudo se llevan un bocata a casa, aunque durante el invierno y la primavera no lo hacían, ha sido a partir de mayo

Alimentación                                                                                                     

La inmensa mayor parte de su alimentación se basa  en corteza, ramas finas y hojas, en ocasiones también roe o come raíces. A lo largo del mes de octubre y hasta principios de diciembre se centra en las raíces de las eneas, no dejando, prácticamente, una sola mata. En ocasiones también come los hinojos que están cerca de la orilla, tendremos que descartar la presencia de conejos, de lo contrario no es posible saber cual de los dos ha sido el autor. También come berros y por lo que se lentejas de agua, que evidentemente no dejan rastro, así como rumex, tanto la planta como la mata y llantén.

Comiendo rumex

Más tiempo ha costado descubrir que también comen hierba.

 Marcas en los árboles 

Se aprecian cuatro tipos de marcas en los árboles: 

1) Pequeñas marcas de dientes que según Jenkins & Busher (1979) podrían tener como objetivo detectar el valor relativo de los nutrientes del árbol.








2) Grandes descortezamientos 







En invierno la corteza está firmemente adherida y tiene que roerla dejando marcas muy evidentes. 




En primavera la corteza está "suelta" y al morder tira y arranca grandes trozos, sin apenas dejar marca de los incisivos.

3) Ramas cortadas 


Aprovechan la crecida del río para comer las ramas o roer la corteza que emergen del agua, una vez que baja el nivel del río estas ramas las podremos ver hasta 5-6 metros de altura

4) Troncos cortados 



Y todo lo que sea gratis bienvenido, así que cuando alguna gran crecida tumba árboles de la orilla el castor no duda en aprovechar la situación.

Además en algunos casos consume raíces. 

Resulta sorpresivo a veces que ha roído hasta la mitad de la circunferencia del árbol y lo deja ¿? Parece ser que nuestro amigo no tiene un pelo de tonto y posiblemente calcula que el viento le termine el trabajo.
Este chopo lo dejó a medias así que corrí a por la trampa fotográfica para filmarlo tumbándolo, para mi sorpresa no apareció en una semana, hasta que un fuerte viento lo tumbó, al día siguiente estaba comiendo, pero solo podía acceder a la parte baja, hasta que una crecida le permitió acceder a todo el árbol 

En alguna ocasión me he encontrado con árboles que ha tumbado y de los que apenas se ha alimentado ¿?.

En un altísimo porcentaje los árboles que cortan tiene menos de 20cms de diámetro, pero en algunas ocasiones no tiene problemas en meterse con árboles mucho mayores.

Nuestro amigo no esta nada seguro en tierra así que una vez que ha tumbado un árbol lo trocea y se va a comer al agua, dejando en el suelo las marcas de arrastre, donde veremos los "palos de castor", aunque también he localizado en alguna ocasión ramas, todavía sin comer, conservadas dentro del río.



Entre el árbol tumbado y el agua, si el sustrato es adecuado veremos las marcas de arrastre de las ramas

Se comenta por ahí que los árboles que cortan caen siempre hacía el río...

Aquí tenemos 6 árboles de gran tamaño, solo los dos de la izquierda han caído hacia el río, 1 en paralelo y 3 al lado contrario

Es, sin duda, un gran leñador... pero también falla y en ocasiones después del esfuerzo de cortar un árbol !sorpresa! se queda en pie sujeto por otros árboles. 


Otras plantas

Berros

Eneas
Hinojo

Llantén en el almacén



Rumex. hojas comidas y mata conservada en el agua

Y supongo que tiene sus caprichos o curiosidad, en este caso mordiendo una viga de madera seca.


Sendas                                                                                                             
Y para no desplazarse más que lo justo por tierra el castor tiene múltiples entradas/salidas del río.

Estas 11 entradas/salidas del río estaban en 100 metros...

... Pero para llevar la contraria en verano de 2023 se fueron a 40 metros a cortar unos cuantos chopos



Este sendero cruza una isla entre el cauce principal, al fondo, y un brazo del río, en primer término

Este sendero va del río a una pequeña laguna

Marcaje del territorio                                                                                       

Llegado el invierno en estas sendas que entran y salen del río  y en playas realiza un marcaje el grupo familia: pequeños montículos donde depositan castoreum y son relativamente numerosos, mejor dicho: multiplican el marcaje, porque a lo largo de todo el año se pueden localizar algunos, pero en mucha menor medida.

En el vídeo se aprecia como hace el montículo, en este caso de hierba, al final cuando avanza se ve como saca de la cloaca el órgano con el que deposita el castoreum


Estos montículos los crean con barro, arena, gravilla, materia vegetal o una mezcla de material vegetal con cualquiera de las otras. 

Estos marcajes se puede encontrar por todo el territorio del grupo familiar pero tienen dos zonas de marcaje muy llamativas en los bordes de su territorio.

Entre un grupo familiar y otro hay una zona "tampón", tierra de nadie.

Desembocadura del Gállego en el Ebro en Zaragoza capital, justo a la izquierda de la imagen, al norte de la zona de marcaje del Gállego apenas hay marcas en varios kilómetros. En el Ebro a la izquierda está la ciudad sin marcas, aguas abajo no se ha localizado marcaje en varios kilómetros. Por lo que parece que este grupo familiar tiene su territorio entre ambos ríos.
Tres territorios ocupados conocidos en el Gállego. Las flechas marcan las dos zonas, aguas arriba y abajo, de intenso marcaje

El castoreum es un liquido algo viscoso que no se aprecia en los montones de tierra, pero sí se huele sin acercarse mucho si no hay viento o palpando con la mano si lo hay. Históricamente se ha utilizado como fijador de los perfumes.











Pero nuestro amigo se las apaña con otras cosas, le encantan las toallitas, que en los sotos del Ebro, desgraciadamente, aguas abajo de Zaragoza las hay a miles, u otros materiales tan poco agradables
En estos casos esa manchita marrón nos dará una pista

También puede usar piedras o un ladrillo.



Esto es una rareza, ya que, por un lado es raro ver sus excrementos y mucho menos que los deposite sobre un montículo, el único caso de varios cientos

Los castores ibéricos viven en un mundo muy distinto al europeo y se tienen que adaptar, por lo que aquí no sirve de mucho lo que nos cuentan de los castores europeos. En Holanda la época de mas intensidad de marcaje es a final de abril-primeros de mayo, pero aquí es en invierno.



En estas gráficas se reflejan tres parámetros: 1) número de puntos de marcaje, 2) número de montículos en cada punto de marcaje, 3) número de montículos que huelen. Datos quincenales del 30 de enero de 2022 al 6 de junio de 2023

Hay que tener cuidado con este marcaje porque la nutria en orillas sin rocas o puntos llamativos donde marcar realiza unos montículos similares defecando u orinando encima, pero solo un montón, en una sola ocasión encontré una letrina con 6 montículos pero estaba separada varios metros de la orilla. En el caso del castor puede haber uno o varios juntos y siempre en la orilla y en contados casos a pocos metros en sendas que van del río a los árboles donde se alimenta.

El olor del castoreum o la presencia de un excremento de nutria no dejan lugar a la autoría, pero si no huele a castoreum y la nutria en vez de dejar un excremento a orinado nos puede liar. Las uñas dejadas para realizar el montículo serán la clave, las de la nutria son finas y las del castor muy gruesas y llamativas generalmente, a veces en barro o arena blanda la nutria marca el dedo, lo que, por el grosor, puede parecernos de castor, pero en el centro, más marcada, aparece la uña.

A: uña nutria, B: uña y dedo nutria, C: uña castor, D: uña castor, al final un hueco más profundo











Nutria, encima del montón se aprecia la marca dejada por la orina

Castor y nutria comparten hábitat pero no alimentación, por lo que no compiten. Comparten sendas y zonas de marcaje, parece ser que sin problemas.

A la derecha marcaje del castor, a la izquierda nutria

Huellas                                                                                                             

Las huellas del castor son fáciles de reconocer tanto por su tamaño, como por la uñas que son cortas, gruesas y romas. Marcan 5 dedos en manos y pies. La mano es mucho más pequeña que el pie y rara vez la podremos ver, ya que por la forma de andar pisa con el pie sobre la mano casi siempre.

Un rastro muy curioso es el de la cola, la arrastra por lo que si el sustrato es barro y, especialmente arena, deja una marca muy llamativa.


Mano


Pie



Marcas de la cola en la arena
Excrementos                                                                                                   
No son fáciles de encontrar ya que los deposita en el agua, por lo que solo podremos encontrarlos tras una crecida, el castor se ha movido fuera del cauce sobre el agua de la crecida, defeca y al bajar el nivel estos excrementos se quedan en el suelo fuera del cauce. También acude a comer en pequeñas lagunas fuera del cauce y este es otro lugar donde encontrarlos.
Son esféricos o alargados de no más de 4cms, no huelen y están compuestos, como no podía ser menos, por serrín, inconfundibles.

Uso del territorio                                                                                              

Hay zonas que explotan intensamente para alimentarse durante un tiempo y se mudan a otra para volver años después. Pero a lo largo del año también van variando, cada pocas semanas o meses, la zona de alimentación. Por lo que también hay una variación anual. Y no tiene nada que ver con la alimentación pues las zonas abandonadas, en muchos casos, tienen muchos árboles de los que alimentarse, por lo que el motivo debe ser otro, o no quieren explotarlo en exceso, o es una cuestión de no pasar excesivo tiempo en una zona llamando demasiado la atención de sus predadores.

Mientras se tomaban datos del marcaje con castoreum también se tomaron de uso de cada una de las zonas. Había momentos que solo se acercaban a alguna zona para marcar, sin verse ningún rastro de alimentación

Zonas de alimentación con abundantes rastros. De izquierda a derecha y de arriba a abajo, invierno-principio primavera, principio de verano, verano-principio de otoño, octubre. 
Pero todo esto se desbarata a principios de noviembre de 2023 con una gran riada, apenas se localizan restos de alimentación, aunque, curiosamente, si se ven sus huellas, pero es evidente que se han desplazado. Tras un rastreo de varios días se localiza al norte mucha actividad, en una zona donde estaban muy poco activos previamente.
Izquierda noviembre 2021, derecha noviembre 2022 después de la riada

Se ha realizado un seguimiento de una madriguera durante 255 días entre enero y noviembre, con 129 entradas a la madriguera. Los datos nos muestran una gran movilidad entre los miembros de la familia. Solo en dos ocasiones entró un adulto con las dos crías del año, en otras ocasiones un adulto solo o acompañado de un joven del año anterior o con una cría de este año. Nunca los dos adultos, en otras ocasiones los dos jóvenes, una cría sola o las dos. A partir del 1 de julio las crías del año suelen aparecer sin algún adulto, campeando ya en solitario. En casi todos los casos venían por separado y de zonas distintas.

El trampeo fotográfico en zonas de alimentación o de marcaje ofrece los mismos resultados, en una sola ocasión aparecen los dos adultos, en diversas ocasiones un adulto y una cría o un joven, pero casi siempre un ejemplar solitario. 

Como curiosidad la nutria utilizó la madriguera en alguna ocasión.

Número de ejemplares entrando en la madriguera, azul: joven, naranja: adulto, negro: indeterminado, rojo: adulto y joven o jóvenes

Nuestros protagonistas                                                                                 

Comencé el año viendo a los adultos y a los jóvenes del año anterior, a principios de junio la madre se instaló en la madriguera con las dos crías que en julio ya campeaban solas y aparecían una o las dos en la madriguera. La pista de sus hermanos mayores se perdió. Los jóvenes del año anterior ayudan en la crianza de sus hermanos pequeños y los machos, según la bibliografía, se independizan al año, las hembras a los dos años. Como siempre que aparecía una cría acompañada de un adulto la diferencia era evidente, pero en ningún momento se volvió a ver un adulto acompañado de un joven del año anterior, puede que ya se hubieran independizado o que a veces quien acompañaba a las crías era un hermano mayor y vistos por separado adultos y jóvenes del año anterior no era posible diferenciarlos.
Cría de 2023
La madre
El padre

Conclusiones                                                                                                  

Respecto a la hora de campear y dormir en la madriguera:

✓ Los miembros del grupo familiar no duermen juntos y tienen una gran                    variabilidad en su composición a la hora de dormir.

✓ Campean en solitario, excepto los jóvenes de 2-3 meses.

Respecto al marcaje con castoreum:

✓ Un pequeño porcentaje de montículos pasan desapercibos por dos motivos

▶ Estar ubicados en zonas inaccesibles

▶ Por que no parecen montículos, están aplanados, han usado piedras,                     raíces o elementos artificiales

✓ Este tipo de seguimiento, dependiendo del tipo de río debe hacerse desde el               agua, con canoa o badeadores

✓ La ayuda de un perro adiestrado sería de gran ayuda, aunque no imprescindible

¿Y para qué sirve todo esto?

✓ La diferencia en la intensidad de actividad a lo largo del tiempo...

▶... Para saber que no han desaparecido, solo se han trasladado                                       temporalmente

✓  La densidad de marcas de alimentación...

▶ ... Para conocer las zonas por las que tienen más  querencia

✓  El marcaje en las fronteras y las zonas tampón...

▶ ... Para localizar territorios ocupados

✓  La fenología del marcaje...

▶ ... Para centrar la búsqueda de territorios ocupados entre diciembre y                     marzo

✓ ... Ah y se me olvidaba... para disfrutar muchísimo, es el mamífero más                    agradecido con el que trabajar

Rastreando al castor                                                                                      

A priori cuando se rastrea al castor cualquiera pensaría que lo mejor es ir mirando al arbolado de la orilla en busca de marcas en los árboles, pero no es así, pueden pasarnos desapercibidos roeduras, ramitas bajas o, incluso, arboles pequeños, pero dado que tiene tantos senderos de entrada y salida del río, corta lo que sea y se vuelve al río a comer, dejando los palos de castor en la orilla y una senda muy llamativa, la mejor opción es ir revisando la orilla del río.

Necesita una profundidad mínima de 60 cms y los árboles a menos de 10 metros de la orilla, así que dependiendo del tipo de río puede haber grandes distancias sin rastro del castor.

En las zonas que está ocupando actualmente, diversos ríos de la cuenca del Ebro, Tajo, Duero y recientemente en el Guadalquivir, llega a pasar muy desapercibido, picoteando aquí y allá sin centrase en una zona concreta. 

Los jóvenes dispersantes buscan los lugares más adecuados y entre estas zonas óptimas puede haber kilómetros sin apenas rastros, por lo que conviene inspeccionar, en principio, solo las zonas más adecuadas. Una vez estas están ocupadas comienzan a ocupar zonas menos óptimas, en este momento el castor ya no pasa desapercibido.

El castor en Zaragoza capital                                                                         

Durante los meses de enero y febrero de 2020 se han rastreado los tres ríos existentes en la zona urbana de la ciudad de Zaragoza: Ebro, Gállego y Huerva, y se han geolocalizado 463 marcas de castor de las que 434 corresponden a indicios de alimentación. Se han caracterizado todas las marcas encontradas: tipo de marca, distancia a la orilla (en estiaje), tipo de orilla, densidad de arbolado y de sotobosque.

En los grupos de marcas del mismo tipo solo se caracterizaba el primero de los localizados. En total se han detectado algo más de 600 marcas compatibles con alimentación de castores, las restantes corresponden a marcas pequeñas difíciles de asignar y cuantificar. 

Las especies forestales más consumidas son el sauce (Salix sp), el álamo blanco (Populus alba) y el álamo negro o chopo (Populus nigra), aunque también hay indicios de alimentación de 11 tarajes (Tamarix sp), 4 fresnos (Fraxinus angustifolia), 3 laureles (Laurus nobilis), 1 olmo (Ulmus minor) e incluso de un hinojo (Foeniculum vulgare), también consume raíces de enea (thypa). El mes noviembre de 2021 (lo mismo en 2022) prácticamente arrasó todos macizos de enea en el río Gallego. Estas preferencias alimenticias coinciden con las detectadas por Müller-Schwarze & Sun (2003), las especies menos utilizadas quizás sean cortadas y utilizadas para la construcción (Busher 1996) y no para consumir.

Pero también en una ocasión le visto tirar una fila de cipreses y en un par de ocasiones roeduras en pino carrasco (pinus halepensis) y en una cortarlo y llevárselo al agua, con evidentes marcas de haber sido consumido.

Los tipos de marcas se han dividido en cuatro:

1. Pequeñas roeduras, a veces solo unas leves marcas

2. Grandes roeduras

3. Ramas cortadas

4. Árboles cortados

Porcentaje de las principales especies de árboles en función del tipo de marca
Especies con marcas de castor

Un grupo familiar de castores suele dejar un rastro evidente de su paso, lo que se ha observado en ciertas zonas de este estudio. 

En otros casos los rastros son escasos y se encuentran muy esparcidos, y quizás son producidos por individuos jóvenes en dispersión que se ven obligados a instalarse en zonas suboptimas. Otro detalle interesante es que parecen utilizar una zona de forma intensa y posteriormente desplazarse a otra, pese a que queden abundantes árboles en dicha zona. Se desplazan aguas arriba o abajo, o simplemente a la orilla opuesta, y permanecen allí durante una temporada para volver incluso posteriormente a una zona ya utilizada. Estos cambios de localización se detectan fácilmente si se analizan la antigüedad de las marcas. En Finlandia Hyvönen & Nummi (2008) observaron una estrategia similar y estimaron que la ocupación media de una zona por parte de los castores americanos es de 2,6 años. Demmer & Beschta (2008) observaron un patrón similar en poblaciones de Oregón (USA)

Respecto al tipo de orilla, los castores en Zaragoza muestran preferencia por las orillas planas con playa, seguido de las de taludes sin playa, y las orillas planas sin playa. Apenas utilizan las zonas de talud con playa. Esto sin duda es una elección en función de su seguridad.

Porcentaje de cada uno de los tipos de orilla utilizados en función del tipo de rastro detectado. La orilla puede ser plana y no tener playa o si, o puede ser un talud al agua o a una playa

Esto encaja con la distancia de las marcas al cauce, el 29,9 % de los árboles con marcas se localiza en la misma orilla, el 62,7 % se sitúa entre 1 m y 10 m de la orilla, y solo el 7,3 % lo está a más de 10 m.  

También resulta llamativo el hecho de que apenas toquen árboles de mediano o gran tamaño: el 82 % de las marcas era en árboles de menos de 10 cm de diámetro y los árboles afectados de más 20 cm apenas representan el 3 %. Esta preferencia ha sido citada por diferentes autores (Jenkins & Busher 1979, Pinkowski 1983, Belovsky 1984, entre otros). Quizás al tener una gran cantidad de pies pequeños a su disposición (hay que tener en cuenta que estos sotos son jóvenes y los que están en primera línea se encuentran sometidos a una fuerte presión por las crecidas) los castores no necesitan dedicar tiempo y energía en tumbar árboles de mayor tamaño. 


Porcentaje del tamaño de los árboles cortados

Además, los castores eligen positivamente las zonas con poco sotobosque y alta cobertura de arbolado. 


Porcentaje de uso de la ribera en función de la densidad de arbolado. 0: sin ningún pie; 1: pies sueltos; 2: hasta 50%; 3: 50-100%. En el caso del arbolado se consideran los árboles crecidos
Porcentaje de sotobosque, dependiendo del tipo de marca

Para realizar las marcas en los árboles más alejados de la orilla, los animales posiblemente se desplazarán por tierra desde la lámina de agua, pero seguramente también aprovecharán la subida del nivel del río. Si tenemos en cuenta las frecuentes avenidas de los ríos Ebro y el Gállego, que inundan grandes extensiones, cabría esperar encontrar marcas a gran distancia de la orilla, pero tan solo han aparecido 13 marcas a más de 20 m de la orilla. En cambio, sí que aparecen marcas en los árboles a 2 o 3 m de altura, por lo que cabe pensar que se alimentan de las ramas que emergen del agua durante estas fases de crecida, en vez de desplazarse hasta las orillas temporales que se forman durante la inundación. Hall (1960); Jenkins (1980) detectaron que hasta el 90% de las marcas se encontraban a menos de 30 m del agua, datos que coinciden con los de Olson & Hubert (1984) aunque estos localizaron marcas a hasta 182 m de distancia. Allen (1983) y Fitzgerald et al. (1994) reducen la distancia a 100 m de la orilla.

Y llegados a este punto surge la pregunta ¿Qué problemas puede causar? y la respuesta es sencilla: ninguno. Como hemos visto la inmensa mayoría de los árboles que corta son pequeños y no pasa mucho tiempo en el mismo lugar, además son árboles que en su mayoría rebrotan.


Y, al menos, en la riberas de ríos grandes y medianos hay grandes cantidades de árboles pequeños, debido a que las reiteradas crecidas producen grandes destrozos en los que rápidamente vuelven a crecer nuevos árboles en un número mucho más alto de los que puede acoger la zona, por lo que según van creciendo la mayoría mueren por competencia entre ellos. O sea, el castor adelanta el proceso aclarando pies sobrantes.

En pequeños ríos con plantaciones de chopo, frutales o zonas ajardinadas en entornos urbanos una simple malla conejera o cubrir los troncos con látex y arena gruesa evita problemas, el vallado sirve de poco. La malla conejera la bajan sin problemas si no esta firmemente anclada al árbol, resultando el látex la mejor solución.

                        Pamplona, todos los árboles de la orilla están protegidos

En este caso solo se comía las peras, pero si le da por los troncos puede causar un serio problema

Las grandes avenidas se llevan por delante muchos más árboles que el castor.

Avenida en el Gállego en febrero de 2020, el cauce parecía un cementerio de árboles muertos

El castor es sin duda una pieza clave de nuestros sotos ribereños y hay que aceptar que ha llegado (o mejor dicho lo han traído) para quedarse.

Castor en el barrio de la Almozara, Zaragoza (autor desconocido)

Y no parece que le tengan mucho miedo a las trampas fotográficas...

El castor es muy silencioso apenas unos chasquidos y cuando hay peligro dan un fuerte coletazo sobre el agua para advertir al resto de la familia.

Y una vez que habéis perdido el tiempo leyendo esto ya tardáis en echaros al río, no os defraudará.


Si os interesa el castor tenéis a vuestra disposición una publicación de Muskari ediciones: Mamíferos semiacuáticos, el castor, la nutria, el visón
                          https://www.muskarirastros.com/

Otros blogs de Muskari:

Referencias

Allen, A. W. (1983). Habitat suitability index models: Beaver. USFWS. FWS/OBS­82/10.30  Revised.

Belovsky G.E. (1984). Summer diet optimization by beaver. American Midland Naturalist, 111(2): 209­222.

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